De Sopas a Bolos sin pasar por el parqué

Lo siguiente no es un texto de carácter literario y tampoco es original. Es una receta de cocina. Esta receta sirve para explicar, en parte, el nombre de este blog.

Hay un pequeño pueblo en la sierra Cádiz famoso por su aceite de oliva. Y aunque el trabajo ya está bastante modernizado parte de mi familia se dedicó durante mucho tiempo a los olivos. Uno de los platos habituales de la gente que trabajaba allí eran las “sopas pegás de espárragos”. Se hacían con el pan duro que había sobrado de la semana anterior y algunos espárragos que se cogían en el lugar. Aunque en mi casa nadie vive de los olivos el plato reaparece de vez cuando por la mesa.

SOPAS PEGÁS DE ESPARRAGOS
Ingredientes:
- 5 dientes de ajo
- Medio vaso de aceite de oliva virgen extra de la Sierra de Cádiz
- Un manojo de espárragos verdes trigueros
- Una hoja de laurel
- 500 grs. de pan duro del día anterior como mínimo
Cómo hacerlo:
Trocear los espárragos con las manos, quebrándolos desde la punta hasta que ofrezcan resistencia, enjuagar y reservar.
Trocear la miga de pan y reservar.
Poner al fuego una sartén con el aceite y cuando esté caliente, echar los dientes de ajo cortados a láminas. Antes de que los ajos doren, agregar los espárragos, la hoja de laurel y un poco de sal.
Cuando los espárragos estén tiernos se añade la miga de pan y el agua hasta empapar el conjunto.
Dejar al fuego moviéndolo de vez en cuando, hasta que se evapore el agua. Servir caliente.
Las “sopas pegas” lejos de estar húmedas están más bien secas. Si uno no sabe mucho del tema puede confundirlas con unas migas extremeñas. Lo que hay en el perol de la cabecera del blog deberían haber sido unas “sopas pegás”, pero no encontraba la imagen y puse un perol de migas, que de lejos da el pego. Las “sopas pegas” están literalmente pegadas, “pegás”, al recipiente donde se han cocinado, y la costumbre es que todo el mundo coma al mismo tiempo del perol. Cuando ya queda poco se le hecha un chorro de aceite de oliva virgen en crudo. Entonces ya no se le llaman “sopas pegás”, sino que se le llaman Bolos y se comen rebañándo el contenido del perol con trozos de pan. En este momento se dice aquello de “pan con pan comida de tontos” y se hacen unas risas con los que aun están comiendo Bolos.

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