El Autobús

Esta historia ocurrió de verdad.
Conocí a alguien que conoció a alguien que conoció a un chico que quería ser autobusero. Después de obtener el carnet teórico el chico que quería ser autobusero hizo las prácticas correspondientes. Así que llegó el día que el chico que quería ser autobusero subió a examinarse para obtener el carnet de conductor de autobús.
Sólo empezar el examen hizo una falta garrafal de autobusero, una de esas faltas que te suspenden el examen. El aspirante a autobusero en vez de amilanarse por eso apretó el acelerador ignorando por completo al examinador, y dio la curva que venía a continuación sin frenar, agarrando con las dos manos el volante. No iba a aprobar, pensó, pero al menos disfrutaría de ello. Siguió el recorrido indicado por el examinador, siempre siendo algo más temerario de lo que hubiera sido si no se hubiera equivocado al principio, forzando un poco más de lo recomendable, apurando los adelantamientos, rebañando las curvas.
Cuando finalmente acabó, el examinador se acercó al chico que quería ser autobusero, lo miró a los ojos, y le puso la mano sobre el hombro. Le dijo que le había visto tan seguro conduciendo que había decidido pasar por alto la falta inicial y aprobarlo.

*La imagen la tomé prestada(ver enlace)

Comentarios

Acuática ha dicho que…
Jejejeje... ¿En serio pasó de verdad?
¡Qué fuerte! ^_^
Pan ha dicho que…
Pues sí que ocurrió de verdad. Aunque a lo mejor es una mentira que me he inventado para captar la atención sobre el relato. No sería la primera vez que lo hago... Y si no, ¿en qué cambiaría?, ¿dejaría de ser un relato para ser una especie de noticia periodistica? Si te pones da que pensar la cosa.

Coman Pan
Y luego cuentenlo

Entradas populares