Las tostadas

Escuchó el ruido mecánico del camión de la basura al descargar los contenedores de la esquina.
Escuchó el pitido impertinente del claxon de los coches en medio de la calle. Se encontraba sentado en el sofá, notó un pellizco en el estómago y miró la hora en el televisor. Se encontraba sentado en el sofá, notó un cosquilleo en la barriga y miró la hora en el teléfono móvil. Las ocho de la tarde, pensó. Las “20:00”, vió. Se levantó con un gesto ligeramente encorvado y se dirigió a la cocina. Se levantó con ese gesto desgarbado tan suyo y se dirigió a la cocina. Abrió la puerta del estante de arriba y tomó el paquete de pan de molde. Abrió la puerta del estante de abajo y tomó el paquete de pan de molde. Introdujo varias rebanadas en la tostadora, una blanca de plástico mate, y puso el temporizador al cinco. Introdujo varias rebanadas en la tostadora, una metálica con la superficies pulidas, y puso el temporizador al cuatro. Mientras esperaba, releyó por enésima vez la lista de teléfonos anotados en la puerta de la nevera. Mientras esperaba, sacó el teléfono de su bolsillo y marcó un número.
- ¿Diga? - dijo la voz de su padre al otro lado
- Hola papá. ¿Qué tal el día?
- Ah, hola. Bien, hace poco que llegué.
Les interrumpió un sonido metálico
- Es la tostadora, me estaba haciendo un poco de pan. Tengo hambre.
- Anda, justo como yo. Estaba haciendo precisamente eso. Además tengo un poco la barriga revuelta, y tu madre me ha dicho que lo mejor es tomar pan tostado.
- A mí me ha dicho lo mismo, debe haber una pasa de gripe intestinal.
Y continuaron hablando mientras ambos mordisqueaban el pan recién tostado.





*La imagen la saqué de irternet

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