El jarrón
La chica que se licenció en diseño de interiores el año pasado viste zapatos de tacón negros, unos pantalones oscuros y una camisa de manga corta verde. El pelo largo, ondulado, voluptuoso con más curvas de las que ella en realidad posee. Tiene una sonrisa agradable, como de chica tímida que en realidad no sabe que está muy buena.
Así que la chica que se licenció en diseño de interiores es promotora de una conocida marca de quesos en unos grandes almacenes. Ocupa un espacio con forma de "L". Las paredes están decoradas con vinilos de prados artificialmente verdes en los que pastan vacas. Todo salpicado con las formas onduladas del logotipo de la marca. En uno de los mostradores siempre hay una bandejita con tacos de queso a la vista. La mitad de la gente se acerca a comer queso gratis, la otra mitad se acerca para soñar con invitarla a tomar algo.
La chica que se licenció en diseño de interiores no se considera especialmente bonita pero también sabe que nunca ha visto una promotora fea. Necesita el dinero y es una manera como otra de conseguirlo. Durante un tiempo se dice eso varias veces al día. Hasta que un día se cansa.
- No quiero ser un florero al lado de una bandeja de quesos.- le dice a una compañera que hace lo mismo en un stand de zumos frescos.
Así que un lunes por la mañana la chica que se licenció en diseño de interiores sube a la oficina de recursos humanos y les informa que dejará su lugar en dos semanas.
*El jarrón lo saqué de internet
Así que la chica que se licenció en diseño de interiores es promotora de una conocida marca de quesos en unos grandes almacenes. Ocupa un espacio con forma de "L". Las paredes están decoradas con vinilos de prados artificialmente verdes en los que pastan vacas. Todo salpicado con las formas onduladas del logotipo de la marca. En uno de los mostradores siempre hay una bandejita con tacos de queso a la vista. La mitad de la gente se acerca a comer queso gratis, la otra mitad se acerca para soñar con invitarla a tomar algo.
La chica que se licenció en diseño de interiores no se considera especialmente bonita pero también sabe que nunca ha visto una promotora fea. Necesita el dinero y es una manera como otra de conseguirlo. Durante un tiempo se dice eso varias veces al día. Hasta que un día se cansa.
- No quiero ser un florero al lado de una bandeja de quesos.- le dice a una compañera que hace lo mismo en un stand de zumos frescos.
Así que un lunes por la mañana la chica que se licenció en diseño de interiores sube a la oficina de recursos humanos y les informa que dejará su lugar en dos semanas.
*El jarrón lo saqué de internet
Comentarios
Las descripciones evocan perfectamente la imagen sin esfuerzo en mi cabeza.
Y creo que además, más de una persona se sentiría identificada.
Coman Pan
y un taquito de queso