Todos ya habéis comido Pan pero aún no lo sabéis.
Nunca lo he ocultado (ver enlace), desde sus inicios este blog siempre ha sido un medio, nunca un fin. Ahora he alcanzado ese fin. Por eso nada volverá a ser igual. Será mejor.
Hace un par de meses me llamó el Oráculo de Ausiàs March, el mismo con el que estuve haciendo prácticas hace un año. Me dijo que veía en mi un futuro prometedor; me dijo que dejaría la librería; que me iría a una gran ciudad, me dijo que me veía trabajando en una Agencia de Publicidad. La profecía del Oráculo se cumplió y desde hace dos meses estoy trabajando en una Agencia de Publicidad.
Cuando abrí el blog(ver enlace) lo hice para practicar como quien va al gimnasio, hacer músculo y ponerme la cabeza más dura de lo que ya la tengo, Necesitaba una excusa para escribir cada día; saber que había alguien que leía lo que yo escribía me motivaba. Ahora me paso el día escribiendo, las excusas se me acumulan encima de la mesa y hay una multitud de personas que van a leerse mis textos sin saber que son míos.
Por eso voy a escribir algo menos por aquí. Tranquilos, no voy a cerrar el blog. Le he cogido mucho cariño, pero escribiré con menos frecuencia. El ritmo de una entrada semanal se me hace ahora imposible. Pero los bocetos, ideas, frases molonas, historias nonatas, y otros desechos creativos que cada día van surgiendo los voy guardando. Los dejo reposar en una carpeta en el disco duro bajo el misterioso nombre de "fluido mental" hasta que maduren o simplemente encuentre una tarde para dedicarles el tiempo que se merecen. Porque al final la publicidad, como las buenas historias, es como el Pan; para que salgan bien hay que dejarlas reposar.
Así que a partir de ahora estad atentos cuando vayáis al supermercado, paseéis por la calle, cojáis un folleto, os den un flyer en una tienda, naveguéis por internet o leáis una línea de texto perdida que no sabéis de dónde ha salido. Puede que sin quererlo estéis leyendo una nueva entrada del blog.
El Pan ya no tiene límites.
P.D. Para los que os habéis quedado con ganas de más mirad por la etiqueta "sobre mí" y "publicidad". Al resto leed lo más os guste.
Hace un par de meses me llamó el Oráculo de Ausiàs March, el mismo con el que estuve haciendo prácticas hace un año. Me dijo que veía en mi un futuro prometedor; me dijo que dejaría la librería; que me iría a una gran ciudad, me dijo que me veía trabajando en una Agencia de Publicidad. La profecía del Oráculo se cumplió y desde hace dos meses estoy trabajando en una Agencia de Publicidad.
Cuando abrí el blog(ver enlace) lo hice para practicar como quien va al gimnasio, hacer músculo y ponerme la cabeza más dura de lo que ya la tengo, Necesitaba una excusa para escribir cada día; saber que había alguien que leía lo que yo escribía me motivaba. Ahora me paso el día escribiendo, las excusas se me acumulan encima de la mesa y hay una multitud de personas que van a leerse mis textos sin saber que son míos.
Por eso voy a escribir algo menos por aquí. Tranquilos, no voy a cerrar el blog. Le he cogido mucho cariño, pero escribiré con menos frecuencia. El ritmo de una entrada semanal se me hace ahora imposible. Pero los bocetos, ideas, frases molonas, historias nonatas, y otros desechos creativos que cada día van surgiendo los voy guardando. Los dejo reposar en una carpeta en el disco duro bajo el misterioso nombre de "fluido mental" hasta que maduren o simplemente encuentre una tarde para dedicarles el tiempo que se merecen. Porque al final la publicidad, como las buenas historias, es como el Pan; para que salgan bien hay que dejarlas reposar.
Así que a partir de ahora estad atentos cuando vayáis al supermercado, paseéis por la calle, cojáis un folleto, os den un flyer en una tienda, naveguéis por internet o leáis una línea de texto perdida que no sabéis de dónde ha salido. Puede que sin quererlo estéis leyendo una nueva entrada del blog.
El Pan ya no tiene límites.
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